De acuerdo con el gremio, los principales deudores son las Entidades Promotoras de Salud (EPS), que concentran gran parte de las cuentas en mora, tanto en el régimen contributivo como en el subsidiado. Se estima que más del 60 % de los recursos adeudados se encuentran acumulados en entidades que han presentado serias dificultades financieras y administrativas, lo que agrava el panorama.
La falta de liquidez está afectando directamente a los hospitales, que han visto limitado el pago a proveedores, retrasos en la compra de insumos médicos y dificultades para sostener el talento humano en salud. En varios departamentos ya se registran alertas por la reducción de camas disponibles y la suspensión temporal de algunos servicios especializados.
El gremio también advirtió que, de no tomarse medidas inmediatas, la deuda podría seguir creciendo en los próximos meses, especialmente si no se establecen mecanismos efectivos de pago y una depuración de cartera real. Se planteó la necesidad de que el Gobierno Nacional avance en acuerdos de saneamiento financiero y trace un plan estructural que garantice la estabilidad de los prestadores.
En paralelo, algunos hospitales han tenido que recurrir a créditos y alianzas con proveedores para sostener su funcionamiento diario, lo que incrementa sus costos operativos. Esta situación, según voceros del sector, no solo compromete la calidad del servicio, sino también la confianza de pacientes y trabajadores de la salud.
La deuda hospitalaria, que ya representa una carga significativa para el sistema de salud colombiano, se ha convertido en un desafío estructural que requiere soluciones urgentes para evitar que la crisis se traduzca en una afectación mayor a los usuarios.
Fuente: ExitosaStereo