Aunque el retroceso frente al mes anterior fue moderado, la cifra se convierte en un punto de referencia clave para la Mesa de Concertación que definirá el salario mínimo para el año 2026. Este indicador es determinante para asegurar que el ingreso de los trabajadores mantenga su capacidad de compra, sin afectar la estabilidad de los sectores productivos.
Las centrales sindicales insisten en que el aumento debe partir del comportamiento del IPC para proteger el poder adquisitivo, especialmente en un contexto donde los alimentos y los arriendos continúan siendo los rubros de mayor presión. Los gremios empresariales, por su parte, advierten que el ajuste salarial debe ser sostenible y coherente con la productividad y la recuperación económica.
Aunque el Gobierno llega a la negociación con un dato más favorable que el de octubre, el margen de maniobra sigue siendo limitado. El comportamiento de los precios, junto con las expectativas de los distintos sectores, definirá el rumbo del debate en un momento en el que la economía muestra señales de estabilidad, pero aún enfrenta vulnerabilidades.
La discusión del salario mínimo continúa en desarrollo.
Redaccion: ExitosaStereo
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