El director ejecutivo del gremio, Alejandro Rivero, confirmó que la situación es crítica:
“Revisadas varias estaciones de servicio en distintos municipios del departamento, ya hay algunas que no tienen combustible. La planta de Biomax en Acacías está seca porque no ha recibido suministro desde Bogotá por el cierre de la vía”.
De acuerdo con el gremio, las estaciones de servicio que no pertenecen a la marca Terpel son las más afectadas, pues dependen del suministro proveniente de la capital del país. Mientras tanto, Terpel aún cuenta con inventarios en su planta de Apiay (Villavicencio).
En municipios como Puerto Concordia, los habitantes reportaron que desde ayer se agotaron los últimos galones de combustible en la única estación de gasolina disponible. Actualmente, las familias dependen únicamente de las reservas en motocicletas y vehículos que alcanzaron a tanquearse previamente.
El gremio advirtió que, de no restablecerse pronto la movilidad en la vía Bogotá–Villavicencio, podría producirse un alza significativa en los precios del combustible al tener que transportarlo por rutas alternas como Guateque o Sogamoso–Pajarito–Aguazul, trayectos que incrementan los costos logísticos.
Fuente: La FM