De acuerdo con las autoridades, los menores permanecieron cerca de tres años bajo el control de esta estructura armada ilegal, tiempo en el que fueron víctimas de maltratos, amenazas e intimidaciones constantes.
Tras la operación militar, los jóvenes quedaron bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entidad encargada de restituir sus derechos y garantizar su proceso de reintegración.
El Ejército reiteró que continuará adelantando operaciones ofensivas contra los grupos armados organizados que insisten en involucrar a niños y adolescentes en actividades delictivas, reafirmando su compromiso de proteger la vida y los derechos de la población más vulnerable.
Fuente: ExitosaStereo