En su pronunciamiento, la cartera explicó que el informe del CARF se construyó bajo parámetros que no representaban el funcionamiento proyectado de la reforma, especialmente en lo relacionado con la reorganización del sistema de atención y la gestión territorial de los recursos. Según el Ministerio, estos elementos transformaban la dinámica financiera del sector y no podían ser evaluados con las mismas metodologías aplicadas al modelo vigente.
La institución también señaló que la reforma proponía un fortalecimiento del primer nivel de atención, con énfasis en prevención y control de riesgos, lo que permitiría reducir presiones hospitalarias y optimizar la inversión pública en salud en el mediano plazo. Sin embargo, el CARF habría estimado costos sin considerar los efectos de esta transición.
Asimismo, el Ministerio manifestó que el análisis presentado mezcló gastos históricos y obligaciones acumuladas del sistema, atribuyéndose erróneamente al nuevo proyecto de ley. La cartera precisó que la modernización tecnológica, la actualización de infraestructura y la reorganización de redes hospitalarias eran responsabilidades estatales que debían cumplirse con independencia de la reforma.
El pronunciamiento también destacó que la propuesta del Gobierno daba mayor protagonismo a la administración directa de los recursos y a la implementación de herramientas de información interoperables, factores que mejorarían la transparencia y la eficiencia en el uso de los recursos públicos.
Finalmente, el Ministerio reiteró que la discusión fiscal debía considerar las transformaciones estructurales del sistema y no limitarse a modelos proyectados sobre parámetros del esquema actual. Según la cartera, la reforma representaba una oportunidad para corregir ineficiencias acumuladas y avanzar hacia un sistema más ordenado, sostenible y centrado en la atención primaria.
Redaccion:ExitosaStereo
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