La acción fue desarrollada por tropas del Batallón de Selva N.° 51, adscrito a la Brigada 22 de la Cuarta División, tras labores de inteligencia que permitieron ubicar la estructura donde se almacenaban insumos y maquinaria destinados a la producción del alcaloide.
Durante la intervención fueron hallados cerca de 1.800 galones de sustancia en proceso, 250 kilogramos de cemento gris, 150 kilogramos de cal, 250 kilogramos de soda cáustica, además de hoja de coca lista para ser picada. También se incautaron elementos como un motor diésel, tanques plásticos, una prensa manual y diversos químicos empleados en la producción.
El material fue destruido bajo control técnico y el hecho fue puesto en conocimiento de las autoridades competentes.
Con esta operación, las Fuerzas Militares afectaron de manera directa las fuentes de financiación de los grupos armados organizados que operan en el suroriente del país, reafirmando su compromiso con la seguridad, la estabilidad territorial y el bienestar de las comunidades del Guaviare.