Germán Ávila, titular de Hacienda, manifestó que no volverá a utilizar ese documento en solidaridad con el presidente y calificó la situación como una agresión a la soberanía nacional. Por su parte, Edwin Palma informó que le fueron revocadas tanto la visa diplomática como la de turismo, y respondió con una frase simbólica: “Gaza bien vale una visa”.
La canciller Rosa Villavicencio también renunció voluntariamente a su visa estadounidense, calificando su acción como un gesto de dignidad ante la decisión tomada contra el Presidente. Varios funcionarios del gobierno se han sumado a esa postura personal, aunque sin mandato oficial explícito.
Este episodio pone en el centro de la discusión la relación entre Colombia y Estados Unidos, la diplomacia y la autonomía nacional frente a medidas administrativas que trascienden lo personal para tocar lo institucional.
Fuente: Noticiero del Llano